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UN SEÑOR MUY
VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES
(Relato ejemplo, escrito por Gabriel
García Márquez)
Al tercer día de lluvia habían matado tantos cangrejos dentro de la
casa, que Pelayo tuvo que atravesar su patio anegado para tirarlos al
mar, pues el niño recién nacido había pasado la noche con calenturas y
se pensaba que era causa de la pestilencia. El mundo estaba triste desde
el martes... |
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